Realizando música para material visual de diferente clase, donde se encuentran ejemplos de “mickeymousing” música diegética, extradiegética y programática.
Este conocido concurso de la serie de HBO fue uno de los trabajos del diplomado de música para cine, con el cual pudimos trabajar todo el espectro sonoro de diferentes instrumentos en diferentes dinámicas, consiguiendo así una propuesta musical que fluyera con la historia, teniendo como consigna el uso del piano como instrumento base y la edición de los bancos de sonidos. ¡Disfrútenlo!
Una música animada que mezcla instrumentos comunes de la orquesta con instrumentos virtuales, acompañan esta divertida animación en medio de la aventura.
La historia de Hernán y una bailarina se desarrolla en medio de sintetizadores, pads y cuerdas frotadas. La musicalización de este cortometraje logra inspirar a los personajes y le entrega a los espectadores una experiencia memorable.
A veces menos es más, con frecuencias muy graves que se van incrementando conforme se incrementa el suspenso, surge una atmósfera sonora que envuelve el terror.
La orquesta interpreta una melodía tierna con un acompañamiento calmado, conformando una primera propuesta musical que reacciona a los momentos previos a un primer beso.
Nada más difícil que componer música donde no la hay. Un desafío al tener una orquesta limitada de pocos instrumentistas, se plantea esta propuesta musical que trasmite las emociones del momento sin obstaculizar los diálogos de la película.
Si una imagen dice más que mil palabras, la música nos muestra que podemos prescindir de las palabras al momento de contar una historia. Este es un trabajo que altera el orden y cumple con el reto de relacionar música y objetos a través de una orquesta sinfónica MIDI. No recomendado para ansiosos.
Esta es una de las primeras musicalizaciones hechas para un trabajo audiovisual animado. Aquí se incluyen, junto con la técnica del ‘mickeymousing’, sonidos provenientes del bajo, el clarinete, la batería y los sintetizadores. Este, sin duda, es un trabajo divertido que muestra las posibilidades creativas a partir de la música.
En esta oportunidad los únicos sonidos que se escuchan hacen parte de una completa musicalización que le da color a un mediometraje en blanco y negro. Mientras los sonidos y las melodías se reutilizan de acuerdo a los sentimientos y los escenarios que recorre la protagonista, los silencios permiten transitar entre la melancolía y el suspenso.
Musicalizado con sólo un piano, presentamos una historia que se desarrolla en medio de la soledad, con un silencio omnipresente que expresa la incertidumbre de lo que parece ser un padre escapando.
El título es claro, así como la intensión pasional de la música para una escena fuerte sobre la muerte de un padre.
Una primera sección con una música estática que acompaña el momento tenso de un robo para después convertirse en algo mas agradable, al entender el porqué del hurto.
Los sonidos del banco de Logic Pro X se van transformando como si los viéramos a través de un caleidoscopio. Junto con los colores y el tránsito entre escenarios posibles e imposibles los oyentes y espectadores pueden alcanzar una experiencia sinestésica.
Lo interesante de este caso es que se trata de la misma pieza visual que la anterior, pero esta vez tiene un sentido completamente distinto. Con el acompañamiento de instrumentos acústicos se ofrece una interpretación cargada de intimidad y nostalgia.
La musicalización de este mediometraje se conjuga armónicamente con los sentimientos y las preocupaciones de los personajes. Además de Alicia, un piano y una orquesta de cuerdas son las protagonistas.
En este desafío dos mundos artísticos, el arte y la música, se unen para dar vida a una historia animada. En este caso la música es la protagonista porque funciona como hilo conductor de una narrativa cargada de temas y variaciones, y matices propios de un ensamble Pierrot.